Este estudio tiene como objetivo desarrollar un esquema metodológico para la valoración de los datos como documentos de archivo, adaptando los principios archivísticos tradicionales al entorno digital. La creciente digitalización de la información ha planteado nuevos retos en la gestión y preservación de datos, lo que hace necesaria la adopción de enfoques que aseguren su autenticidad, integridad y accesibilidad a lo largo del ciclo de vida. A diferencia de los documentos en papel, los datos presentan una mayor complejidad debido a su estructura dinámica y su dependencia de sistemas tecnológicos. La metodología utilizada en esta investigación es cualitativa y exploratoria, basada en un análisis funcional de los datos. Se revisó la literatura relevante en las áreas de archivística, ingeniería de datos y gobernanza de la información, tomando como referencia las normativas internacionales, como la ISO 15489, y estudios clave sobre la gestión documental electrónica y la preservación de datos. Se diseñó un esquema de valoración adaptado a los datos digitales, utilizando herramientas de minería de datos, gestión documental electrónica (EDMS), y metadatos. La validación de este esquema se realizó a través del análisis de casos en organizaciones que gestionan grandes volúmenes de datos.

Los principales resultados muestran que los datos pueden ser gestionados y valorados de manera efectiva como documentos de archivo, siempre que se apliquen criterios claros basados en su valor administrativo, legal, histórico y científico. La implementación de metadatos y técnicas automatizadas de clasificación permite una gestión más eficiente del ciclo de vida de los datos, desde su creación hasta su disposición final. Asimismo, se comprobó que la integración de estos principios desde el diseño de los sistemas de información garantiza un cumplimiento normativo más sólido y una mejor conservación a largo plazo. En conclusión, este estudio proporciona un marco metodológico replicable para la valoración de datos como documentos de archivo, contribuyendo a la mejora de los procesos de gestión de la información en entornos digitales. Su aplicación práctica permite a las organizaciones asegurar la trazabilidad, la preservación y el cumplimiento de las normativas legales, contribuyendo a la eficiencia operativa y la conservación de la memoria histórica.