El tema de la relación entre patrimonio cultural y urbanismo en un lugar de especial significado como Xochimilco, implica reflexionar acerca de la enorme responsabilidad de su preservación como legado de la humanidad y la importancia del urbanismo en ese proceso de su desarrollo como lugar habitable e identitario de la población local, por sus atributos y diseño singular, que atrae a visitantes interesados en su historicidad cultural, pero que requiere encontrar formas alternativas que garanticen la pluralidad y la inclusión social ante los cambios tan vertiginosos actuales con una visión de futuro. 

Si hay un lugar emblemático que define a la Ciudad de México y a la génesis de su urbanismo por su condición lacustre, es Xochimilco, legado cultural patrimonial de la humanidad, declarado por la UNESCO desde 1987, que ante el despliegue de la globalización económica se impulsa como producto cultural turístico de alto consumo, en un sector económico que para el país representa la segunda fuente de ingresos de divisas, pero que pone en contradicción ese valor patrimonial mediante un urbanismo ajeno a su preservación y desarrollo.

Por ello, el propósito de este trabajo es mostrar el carácter de un urbanismo cosificado que hace de Xochimilco un producto turístico de alto consumo, al hacer uso de su valor patrimonial cultural como parte de una industria cultural en ascenso frente a las prácticas de resistencia de la población local en su vida cotidiana. Así como explorar qué urbanismo hace falta para la preservación y desarrollo de su legado en la equidad social y ambiental en el contexto de la intensa urbanización metropolitana de la Ciudad de México.