Los métodos analíticos existentes para analizar la calidad y composición de vinos y bebidas alcohólicas, como la cromatografía de gases, no son metodologías comúnmente adoptadas por la industria debido al alto costo de la prueba y porque la muestra requiere un análisis a largo plazo. De hecho, el uso de la cromatografía de gases junto con la espectrometría de masas implica una instrumentación costosa y una dedicación de tiempo en la preparación de muestras, además del uso de solventes considerados en algunos casos, contaminantes. En los últimos años, ha aumentado el interés de la industria alimentaria por las técnicas o sistemas de diferenciación de muestras en la determinación de las características de calidad de los alimentos y bebidas. Estas técnicas son relativamente económicas, fáciles de usar y generalmente requieren muy poca o ninguna preparación de la muestra, además de la posibilidad de ser utilizadas en la línea de producción o fuera de ella. Uno de estos sistemas es la "nariz electrónica". Una nariz electrónica se basa en un conjunto de sensores de gas de diferentes características. La señal de respuesta temporal de cada uno de ellos cuando se expone a compuestos volátiles en una muestra genera señales eléctricas, que se digitalizan y analizan a través de métodos quimiométricos como el análisis de componentes principales (PCA) para la diferenciación de patrones. En el presente capítulo, uno de los objetivos más importantes de esta investigación fue diferenciar los vinos peruanos comerciales de vinos peruanos desconocidos.