El interés de la presente ponencia es presentar algunas reflexiones en torno a los
cambios que se han dado en el medio rural guanajuatense en un contexto
caracterizado por los procesos de industrialización y urbanización que ha
experimentado la entidad durante las últimas dos décadas. Los diferentes tipos de
productores han tenido que adaptarse a las nuevas situaciones productivas,
económica, sociales y políticas, según sus condiciones de producción y
estrategias de sobrevivencia. Entre estos se encuentran los pequeños agricultores
campesinos quienes, en su mayoría, han sido caracterizados por su condición de
pobreza, siendo más notoria en las zonas de temporal, y quienes, en la política
agrícola de la entidad, no son considerados en los programas de apoyo a la
producción. En el ámbito federal se están dirigiendo programas para la atención
de este tipo de agricultores, lo que nos conduce a reflexionar sobre el acceso y
direccionalidad de este tipo de programas y la viabilidad que esto representa para
los pequeños agricultores en cuanto a superar el deterioro de sus condiciones de
producción y precariedad de sus niveles de subsistencia o situaciones de pobreza
que los caracteriza. La idea de partida es que no se dan tendencias sencillas y
que la direccionalidad no es unilineal; los productores campesinos tienen que
enfrentar factores muy diversos, donde la presencia del Estado, el mercado y
diversos agentes económicos se mueven en diferentes niveles y escalas. Nuestras
reflexiones parten de la observación y trabajo de campo realizados sobre la
agricultura guanajuatense.