La enseñanza semipresencial en la Educación Superior, especialmente en los estudios de postgrado, es una de las tendencias con más futuro ya que ofrece oportunidades de aprendizaje continuo a los trabajadores ya titulados, y mejora la competitividad de las universidades añadiendo modelos de educación a distancia y abiertos. A pesar de las innegables ventajas de la formación semipresencial, para las asignaturas del ámbito científico-técnico pueden suponer una reducción de las actividades prácticas, que son esenciales tanto para la asimilación de los contenidos como para el desarrollo de la capacidad de análisis crítico y de toma de decisiones.

Para evitar estos problemas, se pueden utilizar simuladores como herramienta de apoyo a la formación de los estudiantes. El desarrollo de un simulador es el proceso de modelización de un sistema real, que permite reproducir situaciones y realizar múltiples experimentos. Estos experimentos pueden tener como objetivo comprender el comportamiento de un sistema o evaluar las estrategias con las que puede operar. Sin embargo, los programas comerciales de simulación de procesos industriales no están orientados específicamente a la docencia, ya que son programas profesionales desarrollados para el diseño de instalaciones industriales y/o el cálculo de procesos y sistemas de interés industrial, sin incorporan modelos enfocados al alumno. Una estrategia adecuada para salvar estos inconvenientes, podría ser el desarrollo por parte del alumno de módulos de simulación sencillos, utilizando un modelo de aprendizaje constructivista. El objetivo es dotar a los alumnos de las herramientas necesarias para poder adquirir conocimientos científico-técnicos a través de una metodología activa.

En este trabajo se describe el diseño, de módulos sencillos de simulación, utilizando un modelo de aprendizaje constructivista, que favorece el desarrollo de habilidades y destrezas que permiten al estudiante comprender, analizar, evaluar, aplicar sus conocimientos y fomentar su creatividad. El trabajo se ha dividido en cinco actividades que van desde la coordinación y definición del problema a resolver, su desarrollo y finalmente, dos actividades de evaluación: de las habilidades adquiridas y del propio proceso, completadas por alumnos y profesores. Los módulos de simulación se desarrollarán mediante hojas de cálculo interactivas utilizando Microsoft Excel, que serán desarrolladas por los propios alumnos bajo la supervisión de los profesores. Los simuladores estarán disponibles para el resto de los alumnos a través de un Entorno Virtual de Aprendizaje (EVA), en este trabajo el utilizado es la plataforma Moodle.