Entre los contaminantes emergentes presentes en el medio ambiente destacan los fármacos, siendo los antibióticos los que generan mayor preocupación pues su presencia en matrices ambientales como el agua o el suelo podría afectar negativamente a los organismos que los habitan; los estudios realizados muestran alteraciones en las comunidades microbianas, algas, micrófitas, macrófitas, zooplancton, mosquitos y peces. En el periodo comprendido entre los años 2000 y 2015 el consumo global per cápita de antibióticos aumentó en un 90,9% y se estima que en el año 2018 el consumo de antibióticos a nivel mundial fue de 40·1 mil millones de dosis diarias definidas; en humanos los antimicrobianos más consumidos son las penicilinas, los macrólidos y las fluoroquinolonas como el ciprofloxacino, además, se deben considerar los antibióticos empleados en animales debido a que se han detectado concentraciones de ciprofloxacino en suelos agrícolas, heces de animales, agua residual urbana y hospitalaria, así como en cuerpos de agua.-