El agua es, sin exagerar, el elemento más esencial para la vida humana. Va mucho más allá de una simple bebida; es el pilar de nuestra existencia, sustentando cada proceso biológico y siendo fundamental para nuestra salud, desarrollo y bienestar diario. Sin agua, el cuerpo humano simplemente no podría funcionar, y la civilización tal como la conocemos sería imposible. Puede paradójicamente convertirse en un vector de enfermedades si se contamina con microorganismos patógenos. Entre los contaminantes biológicos más relevantes se encuentran las bacterias, que son responsables de una amplia gama de infecciones transmitidas por el agua. Dichas bacterias son: Escherichia coli (E. coli) es una bacteria que pertenece a la familia de las Enterobacteriaceae. Es un bacilo (forma de bastón) gramnegativo, no esporulante y facultativo anaerobio. El género Salmonella pertenece a la familia Enterobacteriaceae y comprende bacterias gramnegativas, bacilares y móviles. Vibrio cholerae es una bacteria gramnegativa, con forma de coma, altamente móvil y con un solo flagelo polar. Es el agente etiológico del cólera, una enfermedad diarreica aguda y grave. El género Campylobacter agrupa bacterias gramnegativas, espirales, microaerófilas, siendo Campylobacter jejuni la especie más frecuentemente implicada en patologías humanas. El género Shigella comprende cuatro especies patógenas para los humanos: S. dysenteriae, S. flexneri, S. boydii y S. sonnei. Pseudomonas aeruginosa es una bacteria gramnegativa, aerobia estricta, ubicua en el medio ambiente, incluyendo el agua, el suelo y la vegetación. Las especies de Aeromonas son bacterias gramnegativas, bacilares, que se encuentran comúnmente en una variedad de ambientes acuáticos, tanto dulces como salobres y marinos.