Publicado el 17 de diciembre de 2024. 

Durante más de veinte años he tenido el placer de ser docente universitario en el litoral Pacífico colombiano, una región rica en cultura y biodiversidad, pero que desafortunadamente ha sido estigmatizada y relegada en términos de desarrollo social y económico. A lo largo de mi carrera, he ocupado diversos cargos administrativos y desempeñado diferentes roles dentro de la Universidad del Pacífico. Esta experiencia me ha permitido observar de primera mano cómo el avance de la tecnología ha influido positivamente en los procesos formativos, brindando a los estudiantes oportunidades para mejorar su calidad de vida.
Estos procesos educativos han estado fuertemente ligados al uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). Sin embargo, debido a las condiciones particulares de nuestra región, se hace evidente que, a pesar del esfuerzo y dedicación de los estudiantes, disminuir la brecha competitiva en los procesos formativos es una tarea difícil de alcanzar. Las limitaciones en el acceso, uso y apropiación de las TIC representan barreras significativas que impiden a nuestros estudiantes competir en igualdad de condiciones en un mundo cada vez más digitalizado.
Con el propósito de abordar estos desafíos, nació el Grupo de Investigación e Innovación GI2T. Este grupo se ha dedicado a identificar las barreras existentes en el acceso, uso y apropiación de las TIC por parte de los estudiantes. Aunque el trabajo en equipo ha sido fundamental, sentí la necesidad de emprender este proyecto de manera individual para aportar una solución concreta. Al evaluar las herramientas y metodologías existentes que permitieran, desde el área educativa, analizar el nivel de madurez de la infraestructura tecnológica, me enfrente al hecho que la información encontramos que la información disponible era escasa o inexistente. Esta carencia evidenció la urgencia de crear un modelo que facilitara la evaluación constante de la infraestructura de TI en las instituciones educativas.
Este libro nace de esa necesidad y de mi convicción de que una evaluación adecuada puede ser el primer paso para cerrar la brecha digital que afecta, seguramente, no solo a nuestra región sino también a regiones similares en países en vías de desarrollo. A lo largo de sus capítulos, presento una propuesta de modelo que retoma las mejores prácticas de sistemas robustos y reconocidos, adaptándolos al contexto educativo. Mi objetivo es proporcionar una herramienta que permita a las administraciones públicas y a las instituciones educativas tomar decisiones informadas y basadas en datos concretos, orientadas a mejorar el acceso y la calidad de las TIC en el ámbito educativo.
Invito a docentes, administradores y responsables de políticas públicas a sumarse a este esfuerzo. Espero que esta obra sirva como guía y referencia para promover una educación más equitativa y competitiva, aprovechando al máximo las oportunidades que ofrecen las tecnologías de la información y la comunicación. Juntos, podemos transformar las limitaciones en oportunidades y construir un futuro más inclusivo para las generaciones venideras.
Quiero expresar mi profundo agradecimiento a mis colegas, estudiantes y a todos aquellos que, de una u otra forma, han apoyado este proyecto. Su confianza y colaboración han sido una fuente invaluable de motivación y aprendizaje.