La gestión de eventos deportivos constituye una disciplina estratégica y multidimensional que permite planificar, ejecutar y evaluar actividades que integran componentes educativos, recreativos, sociales y logísticos. Una adecuada gestión no
solo asegura la realización ordenada del evento, sino que también garantiza que los objetivos institucionales y pedagógicos se cumplan con calidad, eficiencia y seguridad.
Los eventos deportivos, especialmente aquellos orientados a poblaciones escolares o comunitarias, como el Festival Juego y Movimiento, requieren de una estructura organizativa clara que contemple todas las fases del proyecto: desde la definición de objetivos hasta el cierre y la evaluación. Para ello, es fundamental aplicar principios de administración de proyectos como los que propone el Project Management Institute (PMI), adaptándolos a contextos educativos, recreativos y con enfoque en el desarrollo humano.
Una planificación deficiente puede traducirse en sobrecostos, riesgos innecesarios, desorganización, baja participación o incluso experiencias negativas para los asistentes. Por el contrario, una gestión adecuada permite:

❙ Establecer un alcance claro y realista del evento.
❙ Asegurar el uso eficiente de recursos humanos, materiales, tecnológicos
y financieros.
❙ Coordinar la participación de múltiples actores (docentes, estudiantes,
participantes, patrocinadores, etc.).
❙ Mantener una comunicación efectiva con todos los interesados.
❙ Identificar y gestionar riesgos antes de que se conviertan en problemas
mayores.
❙ Evaluar el impacto y documentar aprendizajes para futuras ediciones.
En eventos orientados a la niñez, además, la gestión adquiere un valor adicional: se convierte en una herramienta pedagógica donde los estudiantes organizadores aplican habilidades de liderazgo, resolución de problemas, trabajo en equipo y compromiso social.

Por todo esto, la adecuada gestión de eventos deportivos no es una cuestión técnica únicamente, sino una práctica que conecta la planificación con la vivencia, la logística con la experiencia, y la estructura con el juego. Gestionar bien un evento deportivo es garantizar que cada minuto, cada juego y cada encuentro contribuyan al bienestar, el desarrollo y la alegría de quienes participan.